Hebeloma suele ser un género complejo, con especies que habitualmente ofrecen problemas para su determinación. Pero también hay, en algún caso, alguna sencilla, como este Hebeloma birrus, frecuente en Asturias en suelo nitrogenado bajo Quercus. El sombrero es discolor, 

ausencia de cortina, consistencia elástica, olor nunca rafanoide, con el pie a menudo radicante. Esporas caliptradas (con el mixosporio despegado ligeramente de las paredes, señalado con una flecha negra), dextrinoides, con una longitud media de menos de 11 micras, y queilocistidios generalmente cilíndricos, no ventricosos.