Gijón, Jardín Botánico Atlántico (Asturias), en tocones de, probablemente, Alnus lusitanica, 22-VI-2017  leg. M. González, det. E. Rubio, ERD-7088.

Los estromas, con una consistencia carbonosa, son efusos o efuso-pulvinados, grandes (pueden alcanzar una superficie de 10 cm), aplanados, poco elevados (0,6-1 mm de altura), sin que en la superficie se note el relieve de los peritecios que contienen. El color es variable, predominando las tonalidades violáceas o purpúreas, pero, de manera característica, es tal la cantidad de esporas liberadas, que la superficie de los estromas adquiere un color verdoso, de manera que estos necesitan ser lavados para poder apreciar el color original de los mísmos. La capa pigmentada bajo el córtex de los estromas, posee gránulos de color leonado o rojizo anaranjado y libera, mediante el empleo del KOH, pigmentos complejos, que inicialmente son de color pardo amarillento o pardo oliváceo, para acabar adquiriendo tonos violáceos con el paso del tiempo. A pesar de que la literatura recoge un olor aromático, peculiar e indefinible, en la madera circundante, que se pierde tras la desecación, en este caso no hemos podido apreciarlo o éste es muy débil.

Hypoxylon macrocarpum ERD-7088 Gijón, Jardín Botánico Atlántico, 22-VI-2017, Alnus lusitanica. Foto composición: Enrique Rubio.

Hypoxylon macrocarpum ERD-7088. Micrografía. Gijón, Jardín Botánico Atlántico, 22-VI-2017, Alnus lusitanica.Foto: Enrique Rubio.

Hypoxylon macrocarpum ERD-7088. Esporas x 1000. Gijón, Jardín Botánico Atlántico, 22-VI-2017, Alnus lusitanica. Foto: Enrique Rubio.