Fistulina hepatica
(Schaeff.) With.
Fistulina es un género cosmopolita de hongos del orden Agaricales, monoespecífico en Europa, fácilmente reconocible por la peculiar morfología de sus cuerpos fructíferos, que recuerdan una gran lengua, reniformes, o a veces dimidiados, de color marrón rojizo, sésiles o provistos de un pequeño estípite, una cutícula separable, pegajosa y rojiza, que pueden alcanzar los 20 cm de longitud y 5 cm de grosor. Al corte, la carne es, también, de color rojizo, con vetas más blancas, muy jugosa y húmeda. Los tubos que forman el himenio medían hasta 3 mm de longitud en los ejemplares estudiados. Su himenio es de color ocre anaranjado, con gotas de exudación de color rojizo. Los poros del himenio de Fistulina hepatica recuerdan a las polyporáceas, pero se diferencia de ellas en que los tubos están separados entre sí y no soldados. Al microscopio destacan las hifas gleopleróticas, células alargadas que contienen numerosas gotitas oleaginosas en el citoplasma, que pueden encontrarse en la cutícula y en la carne. El sistema hifal es monomítico, con hifas generativas fibuladas. Las esporas son lisas, no
amiloides, ovoides, pequeñas, de 4.7-5.5 x 3.9-4.7 micras.
Fistulina hepatica es, junto a Laetiporus sulphureus, una de las principales causas de la descomposición interna de los robles, a los que parasita casi en exclusividad en el norte de Europa. En el sur y centro de Europa se ha adaptado a los castaños y rara vez puede verse en otros huéspedes (RYVARDEN, 2004).
En Gijón puede verse en la Carballeda del Tragamón, fructificando los últimos meses de verano, en los viejos robles enfermos.
Bibliografía:
RYVARDEN L. & I. MELO (2014). Poroid funghi of Europe, Synopsis Fungorum 31, Fungiflora 1-454.