Hypocopra brefeldii (Zopf) Chenant.
(Zopf) Chenant.
Terradillos (Salamanca), 2-II-2018, excrementos de conejo incubados, leg. Ernesto Hernández, det. E. Rubio.
Este pirenomiceto fimícola es muy común cuando se incuban, durante un tiempo, excrementos de conejo. Los peritecios son poco visibles porque, a pesar de no ser pequeños, están profundamente enterrados en el excremento (hypocopra = bajo el estiércol) y sólo dejan ver la gruesa papila obtusa que se confunde con el fondo. De manera típica, estos peritecios son simples y están parcialmente cubiertos por un tejido estromatizado negruzco llamado clípeo (clypeus = escudo), que hace las veces de escudo protector, reforzando el techo bajo el que el peritecio se asienta.
Los ascos tienen el aparato apical amiloide y muy conspicuo de muchos de los miembros de la familia Xylariaceae, las esporas están rodeadas por una gruesa vaina mucilaginosa, en ocasiones poseen un pequeño apéndice hialino (célula enana, dwarf cell, señalado con flechas rojas) y una hendidura germinativa, situada en posición ventral, que no abarca la totalidad de la longitud esporal.
Sorprende la compleja y abigarrada microscopía de una cosa tan pequeña.
Las vainas mucoides que rodean las esporas sólo se ponen de manifiesto si utilizamos la tinta china dluida al 50%. Para ello, hay que agitar el frasquito de tinta Pelikan negra, poner en el portaobjetos una pequeña gotita de agua (siempre primero el agua) y añadir la misma cantidad de tinta china, revolver con un instrumeto para homogeneizar la mezcla y poner el cubreobjetos encima, absorbiendo el sobrante lateral con un papel de filtro. Al hacer la preparación, hay que evitar incluir en ella cualquier cosa que no sea el contenido gelatinoso del peritecio, como por ejemplo las paredes del mismo, porque entonces el cubreobjetos no se adaptaría al portaobjetos o incluso éste podría fracturarse.
Una vez hecha la preparación, hay que dar golpecitos muy suaves en el cubreobjetos, con el propósito de disociar un poco la muestra. Pero estos no deben ser tan fuertes como para alterar o romper sus elementos.
La tinta china, aunque manche, no es un colorante. Sólo rellena los huecos dejados por los elementos sólidos de la muestra, porque no penetra sus paredes. Lo que hace en realidad es obtener un negativo del fondo, destacando así el resto. Sólo de esta manera podríamos haber visto y fotografiado esos y otros envoltorios mucosos que, muchas veces, son determinantes para lograr una identificación del hongo.